¡Carnaval, carnaval...

 ...Carnaval te quiero! (Para viajar)

Así sonaban los acordes de la famosa canción de Georgie Dann: el Carnaval ya ha llegado.

    Como cada año por estas fechas, el mundo se prepara para unos días de fiesta. La diversión, los disfraces y la alegría inundarán muchas ciudades y pueblos antes de que empiece la Cuaresma.

    Los orígenes de esta fiesta se deben a la existencia de la Cuaresma, y esta tampoco tendría razón de ser sin la Semana Santa. Por tanto, se puede decir que entre ellas existe una relación que les da a sentido a cada una. Así, a partir de los días centrales de la Semana Santa, poco a poco se fueron añadiendo al calendario fiestas y celebraciones hasta quedar configurado como lo entendemos ahora.

    Así, para contrarrestar las penitencias, los ayunos y las abstinencias de los cuarenta días de la Cuaresma, el Carnaval surgió como un período de fiesta, jolgorio y diversión. La aparición de las máscaras se convirtió en el modo por el que las clases bajas y las altas recortaban su distancia, aunque existiera esa separación entre ellas, manifestada en el lugar de celebración del Carnaval: las clases altas en lugares cerrados y reservados para fiestas privadas, las clases bajas en lugares públicos y abiertos a celebraciones más modestas. En esta lucha entre Don Carnal y Doña Cuaresma, al final vencería la segunda. Con el Carnaval, por tanto, sucede como con la Semana Santa: en cada lugar se celebra con el mismo concepto, pero dmanifestado de forma diferente, según las tradiciones heredadas.

    Aunque el concepto de esta fiesta es el mismo en todo el mundo, la forma de llevarlo a la práctica es diferente según lugares. La tradición, la idiosincrasia de cada lugar, la influencia del estamento religioso e incluso el mismo clima ofrece una gran variedad de formas de celebrarlo: desde los bailes al aire libre de Copacabana o las Canarias hasta los disfraces más abrigados de Venecia.

    Decir chirigota es hablar de uno de los más famosos carnavales: el de Cádiz. A través de canciones, los ciudadanos expresan con guasa y sátira aquellos temas importantes o serios más destacados. Al igual que sucede con el de Cádiz, el carnaval de Canarias se debe a la presencia de comerciantes de origen italiano. En este caso, las mascaradas celebradas en lugares cerrados dieron lugar, con la aparición de sociedad culturales, a la celebración de cabalgatas y ya en la actualidad con la elección de la Reina del Carnaval.

    Fuera de nuestras fronteras, Brasil y Venecia son los lugares más solicitados para vivir el carnaval. Decir Río de Janeiro es sinónimo de sambódromo, de ritmo y de sonido de tambores en una espectacular batucada que invita a bailar. Por su parte, Venecia celebra su carnaval desde el siglo XI con desfiles, en la calle y con las típicas máscaras y trajes de época, y todo ello en el gran escenario que suponen los canales.

    Por último, y no por ello menos importante, hay que destacar los carnavales más cercanos a cada uno de nosotros. Muchos pueblos y ciudades celebran con desfiles, máscaras, alegría, diversión y música los días más divertidos del año. 

#carnaval2024