Las tradiciones de la Semana Santa en España

 Prepara tus vacaciones 

Un país con una rica cultura

    España es un país de contrastes. Empezando por su geografía, por sus climas y siguiendo por sus gentes. Y cuando se le aplica un elemento como la religión que históricamente ha sido el nexo de unión entre todos, el resultado es una diversidad y riqueza manifestada en la forma de celebrar la Semana Santa.

    Recorrer nuestra geografía en estas fiestas religiosas es adentrarse en una serie de formas diferentes de expresar en las calles el mismo sentimiento religioso, pero cada región según su herencia cultural y tradicional. Así pues, en este breve repaso los cofrades o costaleros, nombre que reciben según la zona, y los turistas que los visitarán, encontrarán una muestra de esta variedad que nos enriquece como sociedad.

    En primer lugar, existe una serie de tradiciones visibles en las mismas procesiones. En general, desde el Viernres de Dolor hasta el Miércoles Santo las procesiones recuerdan la vida de Jesús siguiendo la cronología de la pasión y, ya el Viernes Santo se realiza una procesión general o del Santo Entierro con participación de todas las imágenes para ya el Domingo de Resurrección celebrar el encuentro entre Jesús y María y anunciar el comienzo de la Pascua. Sin embargo, en Andalucía las celebraciones son más jubilosas, festivas y triunfales y Sevilla ocupa un lugar especial por su tradición e influencia sobre la región. Por su parte, devoción, sobriedad, respeto y silencio definen a la Semana Santa castellana. En la vertiente mediterránea existen una gran variedad de tradiciones, como la procesión de las Turbas de Cuenca, los marrajos y californios de Cartagena, el reparto de caramelos por parte de los cofrades a la gente, o la Procesión de las Palmas de Elx desde 1371.

    Otras tradiciones tratan sobre la disciplina. Desde el siglo XVI los Empalaos de Valverde de la Vera realizan este acto de penitencia pública. Más antiguos son los Picaos de San Vicente de la Sonsierra, del siglo XI.

    Por otro lado, los autos sacramentales o misterios aún están presentes, siguiendo de este modo una tradición de origen medieval. Destacan la Dansa de la Mort de Verges, la Visitatio Sepulchri de Gandia, atribuioda a San Francisco de Borja, y el Desenclavo y Descendimiento que se realiza en muchos lugares de Castilla.

    Muy relacionadas con la Semana Santa existen otras tradiciones y las creencias. Las saetas tienen ese punto misterioso en su origen que, unido a lo que transmiten cuando se cantan, incitan al espectador a la devoción. Tal vez por influencia de los cantos litúrgicos, por ser canciones de acción de gracias o por cantarse al paso de los condenados a muerte, la verdad es qeu no dejan indiferente a nadie. Las tamborradas y rompidas son un elemento característico en el repertorio musical. Por último, en áreas rurales o alejadas de las grandes poblaciones valencianas tiene lugar la salpassa, un acto de bendición en el que el párroco visita todas las casas del pueblo y las bendice. Por su parte, el elemento supersticioso tiene cabida en estos días, manifestado en la protección contra las tormentas que proporcionan los ramos de olivos y palmas en la sociedad rural, o simplemente la protección al hogar cuando se cuelgan en los balcones, así como las oraciones curativas transmitidas únicamente en Jueves Santo.

    Por último, y en un país como España, las tradiciones gastronómicas no podían faltar. Las espinacas con garbanzos y el bacalao con tomate en Sevilla, lso huevos pintos de Pola de Siero o el bollu de chorizo o bacon de Avilés, el hornazo o la mona de pascua, panquemao, de los valencianos son sólo unos pequeños ejemplos de un país rico en tradición y cultura.